India Amarteifio Para Jo Malone London

“La autenticidad, para mí, es muy, muy importante,” dice con énfasis cuando se le pregunta por qué eligió asociarse con la ilustre casa de fragancias británica. “Necesito creer en la marca y en las personas, porque no se trata solo del producto que se está creando —que me encanta— sino también de cómo la marca o el producto ayuda a la gente. Así que, cuando conocí al equipo, la conexión fue instantánea.” Con una sonrisa, añade: “Me siento muy agradecida de que ellos también hayan visto eso en mí.”
 
Para Céline Roux, Global Head of Fragrance en Jo Malone London, los sentimientos expresados por India no solo resuenan, sino que son mutuos. “¿Sabes cuando tienes un instinto al conocer a alguien?” pregunta Céline al referirse a la elección de la actriz británica de origen ghanés como la nueva embajadora de Jo Malone London. “Ella está realmente atenta. Y,” continúa Céline con entusiasmo, “tiene un gran interés por las fragancias.”

El interés de India por los aromas viene de lejos. “En la escuela, solía ser la encargada de la clase. Tenía que asegurarme de que todos tuvieran sus mochilas, sus suéteres, sus snacks y demás cosas. Olía los suéteres de los compañeros y luego se los devolvía; podía saber de quién era cada suéter solo por su olor.” También recuerda otra anécdota de la infancia que, de manera fortuita, gira en torno a Jo Malone London: “Cuando tenía unos siete años, nuestra familia conocía a una señora que trabajaba en Duty Free, y una Navidad nos trajo pequeñas muestras de todas las fragancias de Jo Malone London. Recuerdo abrir la bolsa y pensar: ‘¡Oh, Dios mío, miren todas estas fragancias!’ y literalmente me puse todas al mismo tiempo,” ríe al recordar la experiencia. Dado que ahora es la embajadora de la campaña de Scent Layering de la marca, se podría decir que su último rol llevaba tiempo gestándose.

Nacida de un padre ghanés y una madre germano-británica, y criada en el suroeste de Londres junto a su hermana, India describe su infancia como “bastante normal”. Había pocas señales de —o deseo por— la fama que luego llegaría. Sin embargo, cumplir nueve años marcó un punto de inflexión. “Había participado en algunas competencias pequeñas en la zona y creo que la adrenalina de eso despertó algo en mí. Quería hacer más y comencé a trabajar profesionalmente en el West End, actuando en grandes espectáculos como The Lion King y Matilda.” No era algo que formara parte de su familia. Según la actriz, “ni siquiera era una opción o una elección. Simplemente pasó. Pero no siento que estaría haciendo otra cosa.”

Dicho esto, pasaron años antes de que realmente encontrara un modelo de carrera actoral que la inspirara de verdad. “Para ser completamente sincera, no había personas que se parecieran a mí en los ámbitos a los que aspiraba. No había roles escritos para alguien remotamente similar a mí. Además, no provenía de esta industria. Así que al no tener conexiones desde esa edad, tienes que construirlas.” Aunque ahora cita a actrices como Taylor Russell y Zendaya como fuentes de inspiración modernas, siempre tuvo claro que quería forjar su propio camino. “Siempre amé lo que hacía y, en muchos sentidos, no estaba tratando de llenar los zapatos de nadie. No intentaba ser la siguiente tal o cual. Simplemente hacía lo mío, y a medida que fui creciendo, la industria comenzó a cambiar y a darse cuenta de que no hay un solo tipo de apariencia para este medio. Fue entonces cuando empecé a conseguir roles que no eran solo la hija de alguien o la mejor amiga. Eran personajes con múltiples capas y facetas, con una historia propia, su propia familia, ambiciones y metas fuera de su raza y género…”

Estos roles multicapa son algo que le apasiona porque: “Nadie es de una sola capa. Todos estamos formados por distintos niveles y experiencias. Así que solo quiero interpretar personajes complejos que aporten algo diferente.” Su enfoque hacia su trabajo, resulta, está totalmente alineado con la manera en que se aplicaba capas de fragancias cuando era preadolescente. Y su manera de entender las fragancias se ha mantenido igual. “Yo combino Pomegranate Noir con Grapefruit. Luego, a veces, cuando quiero algo que se sienta como un abrazo, uso Myrrh & Tonka y también añado Grapefruit que aporta una frescura extra; también lo he combinado con English Pear & Freesia… Lo que me encanta es que simplemente funciona. Cada fragancia es distinta por sí sola, pero al combinarlas, creas tu propio aroma único.”

Esto, explica Céline, siempre ha sido parte del ADN de la marca. “Hoy en día, la personalización es algo de lo que se habla mucho: desde tu ropa hasta tu coche pueden ser personalizados. Pero desde la concepción de la marca, siempre hubo mucha claridad en la fragancia. Y la idea siempre fue crear aromas que puedan usarse por sí solos, pero también combinarse para crear lo que quieras para ti. Si deseas oler diferente a los demás o crear un aroma distinto para otra temporada, puedes hacerlo. Se trata de autoexpresión. Se trata de un estado de ánimo. Se trata de las estaciones. Se trata de jugar. Hay un elemento muy lúdico en el Scent Layering. Y creo que India es la embajadora perfecta para darle vida a esto.”